
Ragnar Axelsson confiesa haberse sentido fascinado desde pequeño con la idea de viajar y dar a conocer otros mundos. Curtido en el periodismo fotográfico, Axelsson se embarcó en un proyecto que le llevó a los confines de Islandia, Groenlandia e Islas Feroe. Allí convivió con pescadores, cazadores y agricultores que utilizaban la tierra y sus recursos de una manera tradicional, un modo de vida milenario que ha perdurado durante siglos en los áridos y lejanos paisajes polares, y que hoy está en vías de extinción.
1 comentario:
¿Cuando nos vamos a Siberia a hacer otras tantas de este palo? óò
Publicar un comentario