jueves, 7 de agosto de 2008

Breve Intoducción a la fotografía + Henri Cartier-Bresson. Sexta.

En el Renacimiento, el dibujo deja de ser sólo de quienes manejan bien el lápiz. En el siglo XV, Piero Della Francesca y Alberti recomiendan el empleo de visores y marcos para trazados de perspectivas. Ya en 1630, Christopher Scheiner, inventa un sistema de paralelogramo articulado para ampliar o reducir los dibujos, antecedente del pantógrafo.

Síntesis de todas esas máquinas de dibujar son las cámaras lúcidas que aparecen a principios del siglo XIX. Sus perfeccionamientos son principalmente de tipo óptico. Las más logradas son las del británico W. Hyde Wollaston en 1806. Más tarde, los franceses Vicent Chevalier y su hijo Charles Chevalier aportan nuevas mejoras al aparato.

El descontento del público con la pintura, no como arte, sino como medio de recrear la acción, impulsó la experimentación con nuevos métodos. Desde siempre, la gente se sentía fascinada por la forma en que la luz se comportaba. Se descubrió que cuando la luz pasaba a través de un pequeño agujero a un cuarto cerrado, reflejaba una imagen del exterior, como por ejemplo un paisaje, en una superficie dentro de la habitación. El problema consistía en que la imagen aparecía invertida. Esto era causado por una de las leyes de la luz, que hace que las imágenes se inviertan en un plano de visión estrecho, tal como sucede en el ojo humano. Este es el principio de la cámara oscura, que ya se aplicaba para la observación de los eclipses solares. Hacia 1515, Leonardo Da Vinci, da en sus apuntes una descripción minuciosa de la cámara oscura y no limita su utilización a la observación del sol.

Los profesionales se interesaron por el comportamiento de la luz cuando pasaba a través del cristal; y en 1550, el milanés Girolamo Cardamo añade a esta cámara un "disco de cristal", probablemente la primera lente para ayudar a enfocar la imagen Este aparato, una caja con abertura, objetivo y papel, se denominó la "cámara oscura". Estas cámaras podían llegar a ser tan grandes como una habitación. Poco después se hicieron móviles, ya en el siglo XVII, el astrónomo Kepler disponía de una tienda portátil que giraba sobre si misma.


El próximo día empezaremos desde el siglo XVIII.


Henri Cartier-Bresson